También llamada madre de todo, la gran madre es mencionada en casi todas las mitologías como la madre tierra o sostenedora de todos y por siglos ha sido venerada por pueblos que en forma de ofrenda mostraban su agradecimiento por lo recibido, pues para ellos la naturaleza lo era todo.
La Diosa Artemisa nos conecta con nuestra habilidad intrínseca de no perder de vista nuestros objetivos con la fuerza y la determinación que nos aseguran lograrlos exitosamente, desarrollando en nosotras la perseverancia y la firmeza.
Cada ciclo menstrual está representado por un arquetipo y este a su vez por una o varias Diosas, en los próximos artículos les presentaré una de ellas para cada ciclo femenino y de qué forma se identifica y/o determina nuestros sentimientos y comportamientos en cada fase.
Comenzamos a descender nuevamente para terminar con nuestra última fase del ciclo menstrual femenino; dando paso a la oscuridad más profunda que nos lleva a renovarnos, después de recorrer su largo camino o ciclo sin temor, dejándonos comprender que cuando un camino termina otro inicia con nuevos rumbos, enseñándonos a aceptar los finales en amor.
La ovulación es un momento fabuloso para nutrir nuestro aspecto social, conquistar y seducir, ya que lucimos radiantes y hermosas. Aprovecha este tiempo en el que las relaciones se dan naturalmente para presentarle tus proyectos a alguien que entiendas puede apoyarte y crear vínculos; más recuerda no hacer promesas a largo plazo.
La etapa de preovulación nos hace sentir renacidas y llenas de vigor y energía, por eso es buen tiempo para estar al aire libre o hacer actividades que impliquen movimiento, acción y planificación. Te recomiendo comer ligero y fresco, tomar mucha agua y mantenerte activa.
Nuestro cuerpo femenino es una de las más hermosas bendiciones creada por la Divinidad, está regido por la energía Yin, meramente femenina y por tal razón está provisto de poder, misterios y belleza; siendo capaz de manifestar y hacer realidad la vida en este plano.
