Número: 14
Árbol de la vida: esfera de Jojmá
Energía planetaria: Urano
Signo: Géminis
Significado: «Dios conservador»
Príncipe: Arcángel Raziel
Horario de regencia: 04:20 a 04:40
Ángel 14 Mebahel: Para superar el ego y la violencia
El ángel número 14 Mebahel, resplandece como el guardián de la armonía y la justicia. Este ángel trabaja incansablemente para que resolvamos nuestros conflictos con serenidad, sin la carga de la violencia. Su enseñanza radica en mostrarnos el sendero hacia el amor genuino, disipando las sombras que nublan nuestras emociones y nos afligen con sufrimiento.
Mebahel en su misión divina nos libera de los lazos opresivos con pasados tóxicos y desilusiones arraigadas en falsas expectativas. La luz de su nombre, reverberando en cada rincón de nuestras vidas, nos conduce a la profunda sabiduría de la naturaleza y nos insta a sintonizarnos con nuestros instintos.
Este ángel de la vibración, del ritmo y del sonido, nos otorga una poderosa intuición y una inspiración sin límites y puede abrir canales de transmisión telepática. Su influencia es una solución pacífica a conflictos, brindando justicia y protección y liberando a los oprimidos.
Mebahel es invocado no solo para proteger nuestros bienes frente a aquellos que buscan despojarnos de ellos, sino también para ayudarnos a recuperar lo que injustamente hemos perdido. Con él a nuestro lado, podemos luchar contra el ego y mantenernos fieles a nuestra esencia.
Su protección es particularmente potente contra la calumnia, los falsos testimonios y las disputas legales. En la jurisprudencia, se convierte en un abogado celestial, otorgando amor y reconocimiento en el ejercicio de la justicia.
Horarios y fechas de regencia del Ángel 14
- Horario: 04:20 a 04:40
- Calendario Judío 5785: 27 de Iyar al 3 de Siván
- Calendario Gregoriano 2024: 25 al 30 de mayo, 2 de abril, 15 de junio, 29 de agosto, 10 de noviembre y 20 de enero de 2025
El Ángel 14 Mebahel: Características y virtudes de los nacidos bajo su manto
Los nacidos bajo el manto del Ángel Mebahel se distinguen por su carácter entregado, su discreción y una sagacidad insuperable que los hace prácticamente inmunes al engaño.
En su alma reside un profundo conocimiento de la justicia, un fuego interior que les impulsa a defender su integridad y la de aquellos que aman ante cualquier amenaza, luchando con una tenacidad indomable hasta dispersar la más mínima sombra de injusticia.
Estos personas al ser eco de las vibraciones divinas, se convierten en descifradores de sueños y expertos de las leyes tanto materiales como espirituales. Son heraldos de buenas nuevas, campeones urbanos que defienden a los inocentes de manera altruista, dejando que su espíritu marque su presencia a través del ego.
Viven su vida con una nobleza y dignidad inquebrantables, mostrándose a veces como si estuviesen reviviendo experiencias de otras dimensiones o de vidas pasadas.
Son maestros de la adaptación, encarnando la transmutación en busca de una regeneración espiritual. No pierden tiempo en trivialidades y gracias a su sabiduría, buen juicio, serenidad e intuición, suelen ser el centro de atención en cualquier ambiente.
El Ángel Mebahel les otorga a estas personas el legado de un vasto conocimiento adquirido en otras encarnaciones, destinado a ser utilizado en beneficio de aquellos que necesitan ayuda. Se les dota del don de la oratoria y una aguda capacidad de discernimiento.
Son almas entregadas a la justicia y la moralidad, defensoras incansables de los más vulnerables. Profesionalmente, suelen destacarse en el campo de la abogacía, creando textos jurídicos de gran relevancia o especializándose en casos que requieren la invocación de mitos históricos para ser resueltos.
La lucha incansable de estas personas por una sociedad más justa ha ganado reconocimiento a nivel global. Lideran acciones contra el genocidio, lo que los ha llevado a ser considerados «inmortales». Sus logros más significativos suelen presentarse en roles diplomáticos o judiciales.
Aquellos nacidos bajo la influencia de este ángel poseen una aversión profunda hacia la calumnia, la hipocresía y la mentira, mostrándose como pilares de verdad y rectitud en todo momento.