El Secreto de Papá Noel

El Secreto de Papá Noel, InfoMistico.com

Quiero saber tu secreto, le preguntó un niño a Papá Noel en Nochebuena. —¿Cómo lo haces año tras año?—, le murmuro al oído

El Secreto de Papá Noel — Reflexiones de Caridad y Bondad

—Quiero saber cómo es que los regalos que dejas cuando viajas nunca se acaban. ¿Cómo es que tienes suficientes regalos para todos los niños y niñas del mundo en tu saco, querido Papá Noel? Cuando visitas todas las chimeneas, grandes y pequeñas, en diferentes países, nunca está vacío; siempre está lleno.

—No me hagas preguntas difíciles—, respondió Papá Noel con una sonrisa. —¿No deseas un juguete?— Sin embargo, el niño contestó que no, y Papá Noel se dio cuenta de que buscaba una respuesta. —Ahora préstame atención, niño—, le ordenó. —Mi secreto te hará más triste y más sabio.

Saco mágico

—En realidad, mi saco es mágico.

—Dentro hay millones de juguetes para mi viaje en Nochebuena. Visito a todos los niños, pero no siempre dejo juguetes. Hay algunos hogares donde no hay comida, donde hay tristeza, donde hay desesperación, y donde hay algunos hogares malos.

—Algunos son hogares disfuncionales donde los niños sufren. Visito esos hogares, pero ¿qué puedo llevarme?

—A pesar de que mi trineo está lleno de artículos alegres, los juguetes son insuficientes para los hogares donde reside la tristeza.

—Mientras extiendo la mano en silencio para besar a cada niña y niño, me uno a ellos para rezar para que puedan experimentar la alegría de la Navidad, el espíritu que reside en el corazón del niño que da en lugar de recibir.

 Si Dios escucha y contesta mi oración

—Hogares llenos de paz y amor me estarán esperando cuando vuelva a casa al año siguiente. Niños también llenos de luz inagotable. Dejar regalos para algunas personas y rezar por otras supone un esfuerzo, mi dulce amiguito.

—Pero como Dios tiene la capacidad de satisfacer todas las necesidades, las oraciones son el mejor regalo.

—Es una parte de la solución. Mi bolsa es mágica, y eso es el resto. Esa es también la realidad. Mi bolsa está llena de amor. El amor y la alegría son siempre abundantes en mi bolsa porque dentro hay oraciones y esperanzas. No solo juguetes. Dando es como cumplo mis sueños, así que cuanto más doy, más se llena.

Tu propio saco

—¿Y quieres saber algo?

—Tú también tienes una bolsa propia. Está dentro de ti y tiene tanta magia como la mía. Siempre está llena; nunca empieza vacía en tu vida. La fuente de toda luz y amor está ahí. Está dentro de ti.

—Y si quieres ayudarme esta Navidad, no te estreses demasiado por los regalos que tienes bajo el árbol. Comparte tu felicidad, tu amistad, tu dinero y tu amor abriendo el saco que representa tu pequeño corazón.

—Gracias por compartir el secreto. Ahora tengo que irme.

Espera chico, dice Papá Noel, ¡no te vayas! ¿Quieres compartir lo que tienes? ¿Quieres ayudar? ¿Servirá de algo lo que has aprendido?

Y por un momento el niño se detuvo, se tocó el corazón y simplemente dijo: “Sí”.

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