El Enigma de la Verdad Eterna

El Enigma de la Verdad Eterna, InfoMistico.com

Había una vez un reino donde su soberano, el Rey Alden, se encontraba sumido en un torbellino de pensamientos. Durante días, se había paseado por los largos pasillos de su castillo, sus ojos perdidos en el horizonte, con un dilema revoloteando en su mente: ¿por qué los seres humanos no podían ser intrínsecamente buenos?

El Enigma de la Verdad en el Reino de Alden

No encontrando respuestas, Alden recordó haber escuchado sobre un ermitaño llamado Eryon, quien vivía en la tranquilidad de un bosque cercano, sumergido en profundas meditaciones. Se decía que Eryon había alcanzado niveles de sabiduría insospechados.

Con un poco de resistencia inicial, el ermitaño fue llevado al castillo. Sus pies descalzos, poco acostumbrados a los mosaicos fríos del palacio, hicieron eco en el silencio de la sala.

“Mi rey, ¿qué se te ofrece de este humilde servidor?” inquirió Eryon.

El Rey Alden, con solemnidad, expresó: “He escuchado sobre tu vida ascética, tu renuncia a los placeres mundanos. Se dice que posees un entendimiento profundo de la verdad y el comportamiento humano. ¿Cómo puedo hacer que mi gente sea mejor?”

Eryon contempló al rey por un momento y luego dijo, “Las reglas y leyes, majestuosidad, no pueden cambiar el corazón de los hombres. Solo a través del autoconocimiento y la búsqueda de una verdad superior pueden realmente evolucionar.”

Confundido y algo desafiante, Alden replicó, “Pero algo que sí puedo lograr es que sean veraces, ¿no es así?”

Eryon simplemente sonrió y no respondió.

Intrigado por el desafío, el rey diseñó un experimento: en el principal puente de acceso al reino, instalaría un patíbulo. Cada persona que quisiera entrar sería interrogada. Si decían la verdad, podían pasar; si mentían, serían ejecutados.

La primera luz del alba encontró a Eryon, quien después de una larga noche de reflexión, caminaba hacia la ciudad, dejando atrás el bosque que le había dado refugio durante años. Al llegar al puente, el capitán del guardia se aproximó y le preguntó su propósito.

Con serenidad, Eryon contestó: “Vengo para ser ahorcado”.

Desconcertado, el capitán replicó: “No creo que eso sea verdad”.

“Si he mentido, entonces deberías ahorcarme”, retó Eryon. “Pero si en realidad me ahorcas, entonces habría dicho la verdad, y no deberías ejecutarme.”

El capitán, sobrepasado por la astucia del ermitaño, comprendió la lección. La verdad es escurridiza, subjetiva y en ocasiones, un enigma en sí misma.

Y así, Eryon, con su sabiduría sutil, enseñó al reino que la verdad trasciende la mera veracidad de las palabras. No es algo que pueda ser impuesto, sino algo que debe ser comprendido desde el interior.

El Maestro dice: «Las perspectivas rígidas son barreras mentales que impiden la verdadera introspección.»

Descubre el Secreto de Sócrates: El Poderoso Triple Filtro

Entre los laberínticos senderos de la Grecia milenaria, Sócrates, el emblemático sabio y pensador, revelaba secretos a aquellos con sed de conocimiento. Aunque sus lecciones son atemporales, hay una que brilla con especial intensidad hoy día: el mágico triple filtro.

Scroll al inicio