El agua caliente no sirve para despejarse
La realidad es que tomar una ducha caliente, lejos de activarnos, va a adormecernos, pues al cerrar el grifo la temperatura de nuestro cuerpo cae de forma acelerada, lo que nos conduce a un estado de ánimo reposado, que no es el ideal para empezar el día con fuerzas sino para irnos a la cama.