Júpiter recién entró a Piscis el 13 de mayo. Este planeta dura aproximadamente un año en cada signo. Sin embargo, en este momento, apenas estará dos meses y medio en la franja pisciana, porque empezará a retroceder el 20 de junio, y regresará a Acuario el 28 de julio.
Una tormenta marina con Júpiter en Piscis
El planeta volverá a avanzar el 18 de octubre, y entrará de nuevo a Piscis el 29 de diciembre, donde estará hasta el 10 de mayo de 2022, cuando llegará a Aries.
Volverá a retroceder el 28 de julio de ese año y por tanto regresará a Piscis el 28 de octubre de 2022.
Volverá a avanzar el 23 de noviembre y saldrá definitivamente de Piscis el 20 de diciembre de 2022. En resumen, Júpiter tendrá tres entradas y tres salidas de Piscis.
En su primera incursión pisciana, Júpiter durará dos meses y medio, en la segunda y más larga, cuatro meses y 10 días, y en la tercera y última, 1 mes y tres semanas. Como podemos ver, la presencia de Júpiter en Piscis será algo “atropellada”, marcando un período de inestabilidad energética.
En la antigüedad, cuando Neptuno no había sido descubierto, era Júpiter el regente de Piscis; por eso sus energías se acoplan bien a la naturaleza del signo del pez.
La espiritualidad de Júpiter
Una de las cualidades de Júpiter es la búsqueda de espiritualidad, que luego con Neptuno se alcanza de manera absoluta. La espiritualidad de Júpiter se busca con la mente, y luego, Neptuno la lleva al plano emocional.
Actualmente Neptuno, el astro que gobierna a Piscis, se encuentra transitando por este signo, así que la llegada del antiguo monarca, no deja de generar ciertos roces, porque se da una competencia natural entre dos liderazgos que desean imponer cada uno su manera de gobernar. Compartir el poder es algo muy difícil.
Veamos esto
La tendencia de Júpiter es expansiva, genera crecimiento, magnifica las cosas; sin embargo, la energía de Piscis y su regente Neptuno, es ilimitada, no tiene fronteras, entonces, Júpiter encuentra allí una tarea imposible, como es expandir aquello que no tiene límites.
Si la energía pisciana no conoce límites y llega un planeta que tiende a “expandirla”, no podemos esperar menos que un ciclo de gran desenfreno, donde lo que ya es de por sí ilimitado se agita en su inmensidad.
Agreguemos que esta “agitación” no es “estable”, sino que está marcada por cambios energéticos frecuentes, representados en las tres entradas y salidas de Júpiter en Piscis. Es como un bombardeo que se calma un rato y después continúa.
Perfil mitológico de Júpiter
Veamos el temperamento de Júpiter de acuerdo a su perfil mitológico: es el líder supremo del universo que delegó su poder sobre el océano en Neptuno. Es impetuoso, expansivo (lo que quiere decir que manifiesta en forma abierta tanto sus alegrías como sus furias), se asocia al rayo y al trueno, impone su mando.
Júpiter entra a Piscis donde está Neptuno gobernando su zona; según su perfil mitológico, Neptuno es malhumorado, vengativo, y se asocia a las tormentas. Si se juntan el que maneja el rayo y el trueno y el que gobierna las tormentas, tenemos una combinación bastante fuerte.
El mar da sensación de calma, de paz, de relax, pero su inmensidad y lo que está en sus profundidades, puede ser atemorizante, y más si esa calma se vuelve tormenta y se agitan las mareas provocando poderosos tsunamis.
Júpiter expande
Y en un signo como Piscis, es válido preguntarse: ¿Qué será lo que va a expandir? Porque en este signo muchas cosas están en lo profundo y no se pueden ver.
Esto, llevado al plano del comportamiento humano, nos llevaría a preguntarnos: ¿Qué podrá expandir y sacar a flote Júpiter de nuestro inconsciente, tanto individual como colectivo?
Desde ahorita, y hasta 20 de diciembre de 2022, tenemos tres oportunidades para saberlo…
Entrada de Júpiter a Piscis nos augura fortuna y esperanza
Pedro González Silva