Vuelvo a publicar este artículo sobre ERIS, ya que las circunstancias actuales lo hacen sentir potente mientras se aleja de la conjunción de Urano y se acerca a la cuadratura de Plutón, que naturalmente solo ocurre una vez en cada una de nuestras vidas.
La furia de ERIS y su cuadratura a Plutón
Eris, en Piscis, hizo por última vez una cuadratura con Plutón, en Géminis, en 1908. Todos los que hemos nacido después de esa fecha tenemos a Eris en Aries porque ha estado allí desde 1927.
Aunque la conjunción Urano-Eris lleva aproximadamente tres años con nosotros en este encuentro específico, en realidad comenzó en 1927, cuando ambos planetas entraron en Aries, lo que no había ocurrido en aproximadamente 500 años.
La diferencia es que desde 1927, Eris ha permanecido en Aries, mientras que Urano ha dado la vuelta completa al zodiaco, volviendo a este signo de Fuego en 2011. Durante los últimos años, Eris y Urano se han “alcanzado” mutuamente en los grados finales de este signo de Fuego.
Eris por Aries lleva unos 120 años
Debido a su órbita elíptica, Eris pasa por Aries en unos 120 años, aunque la tabla que hay debajo de esta frase muestra cuántos años pasa en cada signo. Leo demostrará que pasa en menos de 20 años.
Eris plantea dificultades psicológicas muy importantes que no podemos seguir ignorando. A pesar de los esfuerzos, no se trata de un aspecto fugaz. Aunque produzca sensaciones que duren siempre, es uno de esos rasgos que no se repiten en nuestra vida.
La Maléfica, el hada malvada de la Bella Durmiente, junto con el gran revolucionario (Urano), Eris. Juntos, nos transmiten lo que ha permanecido latente en nuestra mente y está pidiendo ser expresado.
Se trata de un grito primario que emana de un lugar oculto de nuestro cerebro y nos alerta de la necesidad de un cambio en nuestras vidas.
El implacable asalto de ISIS a todo Una forma de comunicar esto es occidental. La crisis de Cataluña, el Brexit, Trump, Argentina, Venezuela, Birmania y las dos Coreas son también acontecimientos actuales.
Esta conjunción lleva activa unos años y seguirá activa unos meses más, pero el 15 de mayo de 2018, Urano entrará en Tauro, lo que cambiará el foco de nuestra revuelta a donde verdaderamente pertenece, que es en la banca global.
Rencores ancestrales
Nos enseña sobre los resentimientos del pasado y la necesidad de dejarlos ir porque impiden nuestra capacidad de seguir adelante y pasar la página a un nuevo capítulo. Sin embargo, nos hace conscientes del significado de las oposiciones tanto en el mundo exterior como en nuestra propia psique.
La diosa de la discordia y demonio femenino Eris sirvió como metáfora de los “no invitados”. Fue la única deidad de la mitología griega que no fue invitada a la boda de Tetis y Peleo, y en los cuentos de hadas representaba al hada que no fue invitada a Aurora, la Bella Durmiente.
Es una representación de la rabia que surge de esa zona de nuestra psique cuando nos sentimos no valorados, “fuera”, no involucrados y no reconocidos por el “sistema”, o cuando no se reconocen nuestros dones y relevancia.
Desde 1925, está bajo el signo de Aries. A veces se la describe como la hija de Hera y Zeus, la hermana de Ares o Marte, el Dios de la Guerra, pero lo más elocuente es que es Nyx, la hija de la Noche.
Los acontecimientos políticos de los últimos meses, como el Brexit, el apoyo a Donald Trump, el horror con el que observaron los húngaros, la posible entrada de musulmanes, las condiciones en Cataluña y Birmania, etc., son expresiones de esta conjunción y nos conectan con la idea de que siempre queremos dejar algo “fuera”.
La batalla por escapar de lo que nos hace sentir oprimidos o por formar parte de algo más grande que nosotros mismos.
Kuiper Belt
Eris reside en el Cinturón de Kuiper, una región repleta de cuerpos (asteroides) que desconocemos, que han permanecido ocultos a la vista hasta hace poco, y que parecen suponer una amenaza para la humanidad.
Lo que sale de allí, como los centauros que conocemos, Quirón, Folo y Neso, son cosas de las que no debemos protegernos, sino estar abiertos a ellas.
Es interesante que los astrónomos hayan dado a estos asteroides el nombre de “centauros” porque, a excepción de los ya descritos, estas criaturas eran consideradas en la mitología griega como bestias salvajes que vagaban en la oscuridad, fuera del sistema solar, y no obedecían a nadie.
A pesar de que este es un problema que afecta a todos en el mundo, los signos cardinales han sido y siguen siendo los más impactados, ya que sirven como “signo de los tiempos”.
Guerra de Troya
Eris, es la culpable indirecta de la guerra de Troya. Estaba enfadada porque no fue invitada a la fiesta de Peleo, donde estaban los otros dioses, y lanzó un orbe de oro mientras gritaba
“Para la más bella de todas”, creando un conflicto en el proceso. Zeus pidió a Paris, hijo del rey Pamo y de la reina Hécuba de Troya, que eligiera a uno de los dioses de Atenea, Afrodita o Hera, para que la entregara allí (lo que le hizo gracia).
La dama más despampanante del mundo, Helena de Troya, que estaba casada con Menelao, fue elegida como esposa de Paris por Afrodita después de que esta jurara entregársela si era elegida.
En consecuencia, Paris y Helena se enamoraron y huyeron juntos, iniciando la guerra de 10 años entre Grecia y Troya, en la que pereció Aquiles. Eris se vengó entonces de todos. Estos son los momentos en los que debemos reflexionar sobre las áreas de nuestra vida en las que nos sentimos “no conectados” a nada más.
Dónde nos sentimos “fuera”
Sin poder interactuar con los demás ni sentirse incluido. Si fuéramos un paso más allá, podríamos analizar qué voz masculina o femenina de nuestra familia o psique se siente “fuera”, lo que afectaría a cómo nos sentimos ante los acontecimientos actuales.
Podríamos sentirnos aislados de un grupo social, faltos de inteligencia, creatividad, eficacia, éxito, etc. Sentirse “fuera” suele ir acompañado de sentimientos de vulnerabilidad, soledad, exclusión y, lo que es más importante, falta de aprecio. Nada de lo que hacemos parece ser suficiente.
Todas estas emociones son bastante humanas, pero los autores de los relatos mitológicos, como Homero, las transformaron de alguna manera en relatos de lo divino, a pesar de que todas las personas han experimentado estas emociones en algún momento de su vida a lo largo de la historia.
Una de las razones por las que es tan sencillo para los políticos y otras personas influyentes encender esas emociones en la población se debe a esto.
De esta manera, logran sus objetivos y el pueblo responde a estas sensaciones eternas, sin tiempo, en las que todos se sienten oprimidos, no escuchados, no comprendidos, abusados, etc.
Las grandes corporaciones, los bancos, Google, Facebook, Telefónica, Endesa, Gas Natural, etc., tienen el potencial de hacer estallar estos sentimientos a nivel global.
Todas ellas son extremadamente poderosas, pero en lugar de centrar nuestra rabia en ellas e instar a nuestro gobierno a regular y poner restricciones a estas corporaciones, nos peleamos entre nosotros.
Hurgamos en nuestras diferencias
En lugar de comprender que todos estamos en el mismo barco, como ocurre en España, Corea, Venezuela, Argentina, Estados Unidos, Inglaterra y Birmania.
Qué sencillo es hacer recaer la responsabilidad de los sentimientos de uno en otro.
No soy capaz de averiguar la causa de estos sentimientos ni de por qué están ahí por ello. Es más fácil que los políticos consigan que uno se identifique con ellos cuanto menos los conozca, ya que estas emociones proceden del inconsciente y, en consecuencia, son omnipresentes.
La voz de Eris, que en realidad nos informa desde su remoto y oscuro lugar: “Los movimientos #metoo y #timesup que parecen estar descuidados en las culturas latinas y está alterando el mundo sajón, empoderando a las víctimas de abusos sexuales y laborales”.
¡HORA DE IR! Es hora de denunciar, hablar, hacer las paces, resolver, tender la mano a quienes han vivido cosas similares, sanar y avanzar, no solo individualmente sino como especie. Lo que antes considerábamos normal ha cambiado.
Cuadratura con Plutón
Más muertes resultarán de la actual cuadratura a Plutón, que ha estado activa durante unos 4 o 5 años y ya está causando muertes en Yemen, Siria y Birmania con la población Rohingya, por nombrar algunas.
La ira de Eris y su deseo de venganza se despiertan en todos los que nos sentimos “ignorados”, no aceptados, excluidos o invitados pero no incluidos.
Y hasta que no reconozcamos que no somos tan diferentes los unos de los otros y que los valores que antes nos dividían están siendo sustituidos por sentimientos más universales de compasión y unidad, el conflicto seguirá haciendo estragos entre las naciones.
Todo el mundo tiene derecho a trasladarse a zonas con mejores oportunidades de empleo y donde pueda vivir de forma más honorable.
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Con información de Astrología Arquetípica – Cristina Laird
