Dormir un rato por las tardes

Dormir un rato por las tardes, InfoMistico.com

¿Te gusta dormir la siesta? Pues, no te sientas culpable. El dormir un rato por las tardes tiene incluso sus beneficios. Te contamos algunos de ellos avalados por la ciencia, tanto a nivel físico como psíquico.

Dormir un rato por las tardes tiene beneficios… Te contamos algunos de ellos

En principio, vale mencionar que, si bien la duración dependerá de la necesidad de cada persona, lo ideal es que la siesta no supere los 30 a 45 minutos, lo suficiente para despejar la mente y retomar las actividades con más energía.

La siesta ayuda a proteger el corazón

En este caso, el beneficio se logra durmiendo al menos 45 minutos, el tiempo que le lleva a la presión arterial normalizarse después de una jornada estresante.

En 2011, se realizó un estudio al respecto en el que se encontró que el dormir la siesta después del almuerzo reducía la tensión y el ritmo cardíaco tras un episodio de tensión psicológica. El trabajo fue realizado con ayuda de 85 universitarios del Allegheny College de Pensilvania, en Estados Unidos.

El efecto cardioprotector sería tan evidente que, según los especialistas, las personas que tienen este hábito presentarían hasta un 40 por ciento menos de sufrir un ataque cardíaco.

Incrementa la productividad

Se ha demostrado que quienes dedican unos pocos minutos al descanso durante una jornada laboral, aumentan su productividad posterior.

La siesta después de la comida o, en el caso de quienes trabajan de noche, a mitad de la jornada, permite un reseteo rápido del cerebro que mejorará su funcionamiento luego, tal como cuando se reinicia un ordenador.

Acorta los tiempos de reacción

El dormir la siesta mejoraría la reacción ante cualquier estímulo. Incluso los científicos de la NASA serían partidarios de esta práctica: ya que concluyeron en experimentos realizados que con solo 26 minutos de descanso diurno, los pilotos experimentaban una mejor respuesta de reacción.

Ayuda en el crecimiento

La siesta está considerada por muchos, de hecho, como una necesidad fisiológica. En los bebés, niños y adolescentes es esencial para un óptimo crecimiento y desarrollo, de hecho, la hormona del crecimiento se libera cuando se duerme.

Los bebés lo hacen entre doce y dieciséis horas hasta los tres años. A ellos no hace falta insistirles, pero los adolescentes suelen dormir menos de las ocho o nueve horas aconsejas, y echar la siesta compensaría lo que le roban al sueño por las noches.

Mejora el estado de ánimo

Nada peor que tener sueño: uno está más irritado y molesto. El dormir la siesta es el mejor antídoto para mejorar el estado de ánimo y evitar la irritabilidad.

Una investigación de la Universidad de Colorado, en EE. UU., apuntó que los pequeños que se saltan la siesta tienen más riesgo de padecer trastornos anímicos más adelante.

Los científicos comprobaron que a los niños de tres años que se les privaba de ella tenían un descenso de un 34  por ciento en las respuestas emocionales positivas.

10 minutos para despejar

Leon Lack, profesor de psicología de la Universidad Flinders, Australia, ha dicho al respecto que hay una forma infalible de poner a pleno rendimiento la mente después de la comida: diez minutos de sueño.

Un descanso breve sería más efectivo que una de media hora, según comprobó en un grupo de veinticuatro voluntarios a los que sometió a tareas de agilidad mental tras el descanso.

La agudeza de los que durmieron poco fue evidente de inmediato y durante un periodo de dos horas y media, mientras que los que descansaron treinta minutos se vieron arrastrados por lo que los especialistas conocen como inercia del sueño. Dicho de otra forma: tardaron en despertarse.

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