Los profetas no eran futurólogos
Es claro que Dios conoce el futuro, y lo ha revelado, pero no sólo para que conozcamos cosas del mañana, sino para que cumplamos su voluntad hoy, en el presente, a la luz del porvenir.
Las profecías han fascinado a la humanidad a lo largo de la historia. Estas predicciones, a menudo envueltas en misterio, sugieren eventos futuros determinados por fuerzas sobrenaturales o divinas. Desde las visiones de Nostradamus hasta las leyendas indígenas, las profecías continúan siendo un tema intrigante y polémico, desafiando nuestra percepción del tiempo y el destino.
Es claro que Dios conoce el futuro, y lo ha revelado, pero no sólo para que conozcamos cosas del mañana, sino para que cumplamos su voluntad hoy, en el presente, a la luz del porvenir.
En vísperas de Año Nuevo diferentes medios se hacen eco de las profecías supuestamente formuladas por Nostradamus para el año 2015. Aunque muchas de ellas suenen absurdas, algunos pronósticos del famoso boticario francés ya se hicieron realidad.
La leyenda afirma que Ursula Southeil, quien sería conocida en la posteridad como la madre Shipton, nació en julio de 1488, en pleno reinado del famoso rey Enrique VIII, en una cueva ubicada en la localidad de Knaresborough, Yorkshire, Inglaterra.
El lenguaje de las profecías es frecuentemente enigmático, desconcertante, e incluso misterioso. La mayoría de nosotros conocemos algunos de los mensajes crípticos de Nostradamus, la Madre Shipton, Edgar Cayce, y otros conocidos videntes.
Esta profecía tiene cerca de 2.500 años de antigüedad y el renacimiento de un río en los tiempos bíblicos que no fue abordado por los estudiosos. En Números 13:21, la región de Zin marcaba el límite del territorio de Israel. Aquí es donde los 12 espías fueron enviados por Moisés a reconocer la tierra de Canaán.
Los yihadistas del Estado Islámico (EI) recuperaron esta antigua profecía sunita —mencionada en relatos canónicos de las afirmaciones del profeta Mahoma— para convertirlo en su grito de guerra en Irak y Siria, sobre todo desde que se apoderaron de Dabiq en agosto pasado.
La primera luna de sangre se produjo en Pésaj (la Pascua) de 2014, la próxima, éste 8 de octubre coincidirá con la festividad de Sucot 2014, luego de nuevo en Pésaj (La Pascua) de 2015 y luego de nuevo en Sucot 2015. Esto ha ocurrido sólo ocho veces en toda la historia. ¡Y aún hay más!