Monumento a Satán de Oklahoma

Monumento a Satán de Oklahoma, InfoMistico.com

Tiene el torso de un hombre musculoso, las patas y la cabeza de chivo, con sus barbas y cuernos, y alas. Luce un pentagrama en la frente, un báculo de Asclepio en el vientre, un antiguo símbolo asociado con el dios griego del mismo nombre y con la curación de enfermos mediante medicina, y señala el cielo con los dedos índice y corazón de la mano derecha.

Monumento a Satán para Capitolio de Oklahoma

Monumento a Satán de Oklahoma, InfoMistico.com

Está sentado, flanqueado por un niño y una niña, quienes lo miran con atención.

Es la escultura del ídolo pagano Baphomet que el grupo religioso Templo Satánico desveló en Detroit, Estados Unidos, en un acto al que solo se pudo ingresar con entrada.

El día y lugar de la presentación, «una noche de caos, ruido y libertinaje», les fue comunicado por correo a aquellos que compraron el boleto y que debían ser mayores de 18 años.

«Ven a bailar con el diablo y experimenta la Historia mientras se escribe», invitaban los organizadores a través de su página de Internet.

Secretismo y oposición

Presentaron la escultura de bronce de tonelada y media de peso y 2,59 metros de alto en un edificio industrial junto al río Detroit, justo antes de las 11:30 de la noche.

Lo hicieron así, en secreto, «para reducir el hostigamiento», según declaró el cofundador de la organización, Lucien Greaves. Con ello se refería a las 50 personas que protestaron fuera del restaurante en el que inicialmente el Templo Satánico pretendía mostrar la estatua.

Un plan que tuvo que ser cancelado porque el dueño de negocio, Bert Dearing, se echó atrás.

«Detroit es una zona muy religiosa», declaró Dearing a los medios locales. «Cuando les renté el lugar creí que se trataba de una iglesia. No sabía de la presentación de la estatua. No sabíamos que eran adoradores del diablo».

También hubo misas para rezar contra Baphomet, como la celebrada el sábado en la iglesia católica Saint Joseph de la ciudad, la más poblada del estado de Michigan.

«Lo último que necesitamos en Detroit es una fiesta de bienvenida para el diablo», declaró ante periodistas locales Dave Bullock, pastor de la iglesia bautista St Matthew, en Highland Park, ciudad del área metropolitana de Detroit.

Viva Satán

Así que los miembros del templo y sus simpatizantes tuvieron que gritar «Viva Satán» en otro lado, un lugar menos céntrico que el restaurante del distrito comercial Eastern Market.

Satán, «un rebelde» Y es que la organización con matriz en Nueva York pero con representación en varios puntos del país sí reivindica a Satán, tal como señalan sus detractores.

Según explica en su sitio web, lo entiende como «símbolo de la naturaleza inherente del hombre, la representación del eterno rebelde, de la libertad individual, más que una deidad o un ser sobrenatural».

Así, considera que los satanistas deben «trabajar duro para afilar el pensamiento crítico y ejercitar el cuestionamiento razonable de todas las cosas».

«La misión del Templo Satánico es alentar la benevolencia y la empatía entre la gente. Además, abrazamos el sentido común y el de la justicia».

Por ello, la escultura es «un llamado a las armas con la que tendrá inicio nuestra mayor lucha en nombre de la libertad individual del libre ejercicio y en contra de los teócratas egoístas», explica la organización en su web.

En sintonía con ese discurso, la intención es llevar a Baphomet a Arkansas, estado cuyo gobernador, el republicano Asa Hutchinson, firmó en abril un proyecto de ley que autorizaría erigir un monumento a los Diez Mandamientos en los terrenos del Congreso estatal.

Intento en Oklahoma

El Templo Satánico ya había intentado colocar la escultura en un jardín cercano al Capitolio estatal de Oklahoma, cerca del obelisco de los Diez Mandamientos instalado en el lugar en 2012 a pesar de las dudas sobre su constitucionalidad.

El monumento dedicado al conjunto de principios éticos y de adoración que juegan un papel importante en el judaísmo y el cristianismo fue financiado por el republicano Mike Ritze, miembro de la cámara baja del Congreso estatal.

Para evitar conflictos en relación con la separación de la Iglesia y el Estado al colocarlo en una propiedad pública, lo nombraron parque monumental.

Pero ahora, tras años de controversia y batallas legales, el 30 de junio la Corte Suprema de Justicia de Oklahoma concluyó que la pieza viola la sección de la Constitución estatal que prohíbe la utilización de la propiedad del Estado en beneficio de una religión.

Ante esto, varios legisladores estatales amenazaron con buscar la destitución de los jueces de la Corte y se comprometieron a impulsar cambios en la Constitución.

Y la gobernadora republicana de Oklahoma, Maria Fallin, anunció que mantendrá el monumento en su lugar hasta que el Estado apele la decisión del tribunal. Mientras, y aunque Baphomet, «una de las obras de arte contemporáneas más controvertidas y políticamente cargadas del mundo», no ha sido aún colocado en ningún lugar, el Templo Satánico celebró su presentación como un logro.

«Es un triunfo artístico sin igual, a la vez que un testamento de la pluralidad y del poder de la acción colectiva», señala el grupo en su página web.

BBC Mundo

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