María Auxiliadora Historia de la Virgen

María Auxiliadora Historia de la Virgen, InfoMistico.com

La fascinante historia de María Auxiliadora y cómo su devoción ha moldeado la fe de millones. Desde los primeros cristianos hasta la milagrosa Batalla de Lepanto, este artículo revela los secretos y milagros que han hecho de María Auxiliadora una figura venerada en todo el mundo.

Devoción a María Auxiliadora: Origen y significado

Desde los primeros siglos del cristianismo, los creyentes han mostrado una profunda devoción por la Virgen María bajo el título de «Auxiliadora». En la Iglesia antigua, los cristianos en regiones como Grecia, Egipto, Antioquía, Éfeso, Alejandría y Atenas utilizaban el término griego «Boetéia», que significa «la que trae auxilios venidos del cielo», para referirse a la Virgen María.

San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla en el siglo IV, es uno de los primeros en referirse a la Virgen como «Auxilio potentísimo» de los seguidores de Cristo. Los títulos «Madre de Dios» (Theotocos) y «Auxiliadora» (Boetéia) eran comúnmente usados en los monumentos antiguos de Oriente. En el año 476, Proclo, otro destacado orador, afirmaba que «La Madre de Dios es nuestra Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto».

Devoción en la edad media

La devoción continuó creciendo durante la Edad Media. San Sabas de Cesarea, en el año 532, llamó a la Virgen «Auxiliadora de los que sufren», y narró la historia de un enfermo que recobró la salud tras ser llevado ante una imagen de Nuestra Señora. Esta imagen se volvió extremadamente popular, siendo conocida como la «Auxiliadora de los enfermos».

Romano Melone, un poeta griego del año 518, destacó la importancia de María como «Auxiliadora de los que rezan, exterminio de los malos espíritus y ayuda de los débiles». Recomendaba que se rezara a la Virgen para que ella también fuera «Auxiliadora de los que gobiernan», citando a Jeremías: «Orad por la nación donde estáis viviendo, porque su bien será vuestro bien».

La fiesta de María Auxiliadora

En las iglesias de Asia Menor, su fiesta se celebraba el 1º de octubre desde antes del año 1000. Esta festividad fue un reflejo de la profunda veneración que se tenía hacia la Virgen en esas regiones. En Europa y América, la fiesta se celebra el 24 de mayo.

«María es Auxiliadora de los que están en la tierra y la alegría de los que ya están en el cielo», declaró San Sofronio, Arzobispo de Jerusalén en el año 560. San Juan Damasceno, un famoso predicador del año 749, popularizó la jaculatoria «María Auxiliadora, rogad por nosotros» y enfatizó que la Virgen es auxiliadora para conseguir la salvación, evitar los peligros y en la hora de la muerte.

Arzobispo de Constantinopla San Germán

San Germán, Arzobispo de Constantinopla en el año 733, destacó en un sermón las diversas formas en que María Auxiliadora provee ayuda. Según él, María es la «Poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe, Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria y Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar». También mencionó que ella es la «Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de su ayuda».

La Batalla de Lepanto

Uno de los eventos más significativos asociados con María Auxiliadora es la Batalla de Lepanto en el siglo XVI. En este período, los mahometanos estaban invadiendo Europa y amenazando la cristiandad. El Papa Pío V, gran devoto de la Virgen María, convocó a los príncipes católicos para formar un ejército que pudiera enfrentar a los invasores.

El 7 de octubre de 1572, ambos ejércitos se encontraron en el Golfo de Lepanto. Aunque los cristianos eran inferiores en número, rezaron el Rosario y pidieron la intercesión de la Virgen María antes de la batalla. De manera milagrosa, el viento cambió de rumbo, favoreciendo a los cristianos y llevando a su victoria. En agradecimiento, San Pío V estableció la fiesta del Santo Rosario el 7 de octubre, incluyendo en las letanías la oración: «María, Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros».

El Papa y Napoleón

En el siglo XIX, otro evento significativo marcó la devoción a María Auxiliadora. El Papa Pío VII fue encarcelado por el emperador Napoleón, quien se creía invencible. Sin embargo, Pío VII hizo una promesa a la Virgen María, prometiendo decretar una nueva fiesta en su honor si era liberado. Sorprendentemente, Napoleón fue derrotado y el Papa fue liberado, regresando triunfante a Roma el 24 de mayo de 1814. En agradecimiento, el Papa Pío VII decretó que el 24 de mayo se celebrara la fiesta de María Auxiliadora.

San Juan Bosco y María Auxiliadora

El 9 de junio de 1868 se consagró en la Basílica de María Auxiliadora en Turín, Italia, gracias a los esfuerzos de San Juan Bosco. Nacido en 1815 en una familia pobre, Juan Bosco tuvo visiones de la Virgen que lo guiaron a construir un templo en su honor. Aunque comenzó con pocos recursos, la obra se completó en solo cuatro años debido a los numerosos milagros atribuidos a María Auxiliadora.

San Juan Bosco promovió fervientemente la devoción a María Auxiliadora, diciendo: «Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros». Recomendaba repetir la oración: «María Auxiliadora, rogad por nosotros», asegurando que quienes la recitan con fe reciben grandes favores del cielo.

En resumen, la historia de María Auxiliadora es un testimonio de fe y milagros que sigue inspirando a los creyentes en todo el mundo. Su papel crucial en eventos históricos como la Batalla de Lepanto subraya su poder y la devoción que genera. Invoca su auxilio y experimenta tú también los milagros que millones han presenciado.


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