Un estudio de la Universidad de Cornell señala que si queremos comer menos, es de mucha utilidad tener la cocina limpia en nuestra casa. El entorno y el ambiente en que vivimos puede condicionar notablemente nuestro comportamiento y ser determinante de nuestras decisiones alimentarias.
La cocina limpia nos ayuda a autocontrolar la ingesta de alimentos
La investigación se realizó con casi 100 mujeres que debieron permanecer en una cocina limpia y ordenada o por el contrario, en una cocina colmada de papeles y platos sucios. Ambos grupos tenían acceso a galletas, snacks salados y zanahorias que podían consumirse libremente.
El grupo de mujeres que permaneció en la cocina desordenada y sucia ingirió más calorías y más galletas así como snacks, en comparación con el grupo de mujeres que se encontraba en la cocina limpia y ordenada.
Sensación de control y orden
Al parecer, la sensación de control y orden que brinda la cocina limpia es lo que nos ayuda a auto-controlar la ingesta, mientras que sentirse en un ambiente sin control y orden puede conducirnos a comer más, sin medida alguna.
Además, es importante saber que las mujeres que se sentían estresadas o fuera de control eran las que más comían en un ambiente desordenado, por lo que, un entorno tranquilo y en orden puede ser de gran ayuda para nuestra dieta si buscamos lograr autocontrol y buenos hábitos a pesar de nuestro sentimiento de estrés.
Es sabido que muchos otros factores del ambiente inciden en nuestras conductas alimentarias y por ello, si queremos mantener bajo control lo que comemos y reducir la ingesta calórica, además de rodearnos de buenos sentimientos y de alimentos sanos, puede ser de mucha ayuda mantener ordenado y limpio el lugar donde estamos habitualmente.