Donde el espiritismo se institucionalizó. Un acercamiento a los médium, a los espíritus, a otras almas y a un saber que supera nuestra propia vida.
La Escuela Científica Basilio en Argentina
“¿Viste la película Ghost? Es así, algo así pero de verdad” explicaba desde el otro lado del escritorio de aquella oficina con vista al Cristo del salón principal el director de la Escuela Científica Basilio enfundado en su guardapolvo marrón.
“Hay espíritus buenos, los de luz, y existen los del error, que no quiere decir que son malos, sino que han cometido errores y los están subsanando, o no.
En la película las sombras son los espíritus del error, y la luz blanca que pone el director es el canal espiritual que nos conecta con los espíritus de la luz” continuó Antonio, director de la sede de San Martín, quién me explicó los principios de la Mediumnidad, de la encarnación y los de la escuela a la que representa.
La escuela Basilio nació en 1917 para científicamente buscar indicios de los espíritus, tanto de los de luz como los del error, y para continuar la Nueva Idea, las enseñanzas del “maestro” Jesús de Nazaret. Basándose en la razón del espíritu como herramienta para el saber científico.
Conurbano
Esta organización religiosa nacida en la Argentina tiene sedes y escuelas en muchas partes del mundo pero la gran mayoría se encuentra en el Conurbano.
En cada distrito existen una o varias escuelas. Según la doctrina Basilio todo ser humano es un espíritu encarnado, destinado a la tierra para corregir sus errores. Cada ser está conformado por tres partes, el espíritu, la mente y el cuerpo, y sobre este, partículas espirituales pericorpóreas para protegerlo.
Lo que para la mayoría de la gente no aficionada a los cultos espiritistas resulta extraño y falaz, para los miembros de la escuela es el sendero a recorrer para corregir lo que su espíritu hizo mal en vidas anteriores, “nosotros continuamos con las enseñanzas de la Nueva Idea, aquellas enseñanzas del Maestro, Jesús de Nazareth.
“Como él hubo 5000 almas anteriores que bajaron desde el espacio, donde están los espíritus de la luz, pero ninguno cumplió, fue sólo el maestro quién cumplió con lo que Dios le había ordenado” explicó Antonio.
“Nosotros aprendemos en esta escuela a poder comunicarnos con otros espíritus para poder guiarnos, cada uno de nosotros tenemos un canal espiritual que nos conecta con el espacio, como tenemos partículas de espíritu alrededor nuestro, es lo que algunos llaman aura”, agregó.
Espíritus de Luz
Según los principio de esta organización todos somos creados por Dios como espíritus de luz, perfectos, pero con cada error que cometemos nos alejamos de él.
Aquellos que se encuentran en lo más distante son los llamados espíritus del error, son los que cometen ofensas contra sus semejantes y al morir, al desencarnar y deshacerse del cuerpo, quedan varados sin poder llegar al espacio.
“Todo ser tiene tres virtudes: la libertad, el amor, y la razón, pero lo transformamos en pecados. La libertad en libertinaje, el amor en… como es la palabra…, placer y la razón en vez de utilizarla para hacer el bien la utilizamos para el mal.
Acá en la escuela tratamos entre todos los hermanos de corregir eso para acercarnos a Dios y cuando desencarnemos ir con los espíritus de la luz” destacó Antonio.
La escuela además de ser un lugar de oración
A simple vista su estructura no dista de una iglesia católica. Es donde los hermanos aprenden a ser médiums, “con mucha preparación, mucho aprendizaje se llega. El espíritu, el nuestro, se aleja, se pone distante y otro espíritu, casi siempre de la luz, utiliza el cuerpo.
Le prestamos el cuerpo para que se comunique y nos de sus conocimientos, otra veces espíritu del error se hacen presentes para que los ayudemos” sostuvo el director.
Cada escuela, de las casi 60 que existen en el Conurbano, tiene un patrono o lo que ellos llaman “Guía espiritual”, con el cual se comunican.
La sede 126 de San Martín tiene contacto con Marie Curie, la descubridora del Radio, quien encarnando en uno de sus miembros se comunica con los demás y le transmite sus conocimientos científicos.
“Cada espíritu ayuda desde donde sabe, desde su disciplina” explican desde la sede. Otras escuelas tienen otros patronos que también, encarnando en un médium, se comunican.
Así la escuela de Bernal comunica con el espíritu de Manuel Belgrano, Ituzaingó con Beethoven, González Catán con Bécquer, Ramos Mejía con Jorge Newbery, San Fernando con Cristóbal Colón, aunque la mayoría logran comunicarse ex alumnos ya desencarnados que desde el espacio ayudan con nuevas experiencias.
Las creencias religiosas como todo dogma no se discuten, es sólo una cuestión de fe, pero la Escuela Cientifica Basilio, basándose en su ciencia espiritual cuestiona y critica para encontrar el camino verdadero, como ellos la llaman, la Nueva Idea.
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Leandro Fernández Vivas