La experta en astrología china comenta sus predicciones para el próximo año, así como su visión de los tiempos venideros. Tras los arañazos del año del Tigre, el Conejo de Agua, se prepara para la llegada del Dragón, que anuncia el verdadero cambio de ciclo.
Ludovica Squirru Predicciones Año 2023 — Conejo de Agua
La especialista en horóscopo chino Ludovica Squirru Dari predice qué energías inundarán el año siguiente. El Conejo de Agua, sucesor del felino, pero con rasgos propios, comienza el 22 de enero de 2023, completando el año del Tigre de Agua.
Asegura que al conejo le repugna el desorden y la violencia y que “aportará su mágica influencia en nuevos sueños y utopías” en su nuevo libro, Horóscopo Chino 2023: Conejo de Agua y la agenda con el mismo tema.
Del tigre al conejo, surfeando la ola
“Ya predije que este año sería el último en el que veríamos el naufragio y que el tigre nos comería y tragaría enteros. Y la verdad es que no estoy segura de si mis predicciones fueron acertadas o no…” describe su visión del futuro en su declaración.
En el libro, la astróloga señala que enero de 2023 será el mes más kármico del año del Tigre y que “estamos surfeando la ola más grande del año del Tigre de agua”.
“Según la astrología china, un animal rige cada mes. El mes de enero del año del Tigre 2023 es el mes del Búfalo (hasta el 22 de enero no empieza el año del Conejo). Cuando el búfalo y el tigre chocan, casi provoca una guerra de galaxias, como predije en 2021”.
Lo demuestra con los cambios
Debido a todo lo que está ocurriendo en el mundo -incluida la nueva geopolítica que ha desencadenado la invasión de Rusia por Putin y todo lo que ya está ocurriendo a escala mundial-, es evidente que las cosas están empeorando para los que seguimos vivos.
Porque el tigre nos ha arañado y golpeado de forma repetida e impredecible. Siempre hubo cierto grado de previsibilidad, pero no hay forma de planificar el mundo moderno.
La gente se siente privada de derechos, perpleja, intranquila y sin dirección. Además, el conejo seguirá desviando nuestra atención -tanto positiva como negativamente- con arte, un resurgimiento del talento artístico, conciertos, música, moda…
Y estrategias para adaptarse a una nueva vida con los escasos recursos que tendrá la gente, como el trueque directo. Porque el conejo posee la magia, la creatividad y las artes.
El tigre no parará hasta que llegue el año del conejo, que, lamentablemente, no empezará hasta dentro de unos meses debido a todo este movimiento sistémico a escala global. Porque el comienzo del año del conejo no hace que todo esto cambie por arte de magia.
El conejo empezará a darnos consejos, consciente o inconscientemente (a través de sueños, amigos, etc.), para que nos preparemos para 2024, el año del Dragón de Madera, que supone un antes y un después en la historia de la humanidad.
El rastro del conejo blanco
Estos dos años (2022 y 2023) son tiempos de transición, según Ludovica, sobre todo el año del conejo porque ofrece “la posibilidad de una verdadera transmutación”.
Y utiliza a Alicia en el País de las Maravillas como ejemplo para ilustrar su punto de vista.
Tenía la opción de vivir una vida que no quería, llena de obligaciones, salir con un hombre que no le entusiasmaba, casarse y formar una familia. Alternativamente, podía embarcarse en su verdadero viaje iniciático siguiendo al conejo blanco que la condujo al agujero, cambiándose a sí misma y dando el salto cuántico necesario.
A veces uno se cuestiona la frase “me atrevo, no me atrevo”. Por ejemplo, puede que te canses de tu trabajo y declares: “Si lo dejo, no tengo nada y no tengo ni idea de cómo voy a sobrevivir”.
Pero lo hago porque sé que no puedo seguir viviendo así porque se me acaba el tiempo y puedo reinventarme. O una relación que se alarga y no estoy seguro de si debo terminar.
“Como nadie se salva, el conejo sirve como una especie de pasaporte a la verdadera realidad de lo que la humanidad tendrá que soportar. Además, podría experimentar un cambio trascendental”.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis
El conejo (2023), que sigue al tigre (2022) y sirve de precursor al dragón (2024), advierte de que las energías asociadas al agua traerán, por ejemplo, “infecciones renales, enfermedades, plagas, nuevos virus… Sobre todo, por todo el drama de las inundaciones mundiales”.
También establece un paralelismo entre los incendios y “el fuego que nos devora”. Siempre hablo de la tierra con sus seísmos, sus terremotos y los volcanes, que son los cuatro jinetes del apocalipsis desatados.
La naturaleza está enfurecida porque es el resultado de nuestra propia furia; en otras palabras, lo único que hace la pobre y dañada naturaleza es revelar el daño que le hemos causado, y nos guste o no, el planeta sobrevivirá sin los humanos. Porque hemos ido más allá del punto en que podíamos haberlo preservado todo…