Emociones y Cuerpo Medicina Tradicional China

Emociones y Cuerpo Medicina Tradicional China, InfoMistico.com

Una función débil del bazo

Además, puede afectar al estómago, manifestándose en forma de falta de apetito, distensión abdominal, diarrea y heces blandas.

Nuevamente, lo que hay que subrayar aquí es que el cuerpo humano es un todo orgánico indivisible y el corazón es el órgano soberano de todos los órganos internos.

“El corazón juega un papel soberano entre los cinco órganos Zang y los seis órganos Fu y debido a que el corazón es la residencia del espíritu, los cambios anormales en las emociones afectan primero al corazón y luego a los demás órganos.

La experiencia clínica demuestra que las alteraciones emocionales pueden dar lugar a trastornos funcionales de los órganos Zang-Fu cuando estas son muy bruscas o intensas.

Tanto los factores emocionales como la predisposición constitucional de la persona determinan que órgano en particular se verá perjudicados y que cambios patológicos se manifestarán.

Consecuentemente, las anomalidades en las funciones emocionales pueden causar alteraciones en el Qi y en la sangre de los órganos Zang-Fu, las cuales a su vez, refuerzan y perpetúan dichas emociones.

Las alteraciones emocionales y del sistema nervioso

Como por ejemplo las frustraciones, no sólo provocan nuevas dolencias, sino que también causan que las enfermedades crónicas ya existentes se agraven y, además, la excitación emocional intensa puede agravar el estado del paciente.

En un arrebato de ira, la presión arterial de los pacientes hipertensos se puede disparar causando mareos, coma repentino, hemiplejía o la desviación de la boca y los ojos. Además, los pacientes con enfermedades del corazón a menudo sufren ataques cardiacos debido a trastornos emocionales repentinos.

Aunque las emociones alteradas pueden dañar a todos y cada uno de los cinco órganos Zang, estas afectan principalmente al corazón, hígado y bazo.

Debido a que el corazón controla la mente, su mal funcionamiento puede provocar palpitaciones, insomnio, sueño perturbado, inquietud mental, risa y/o llanto involuntario, manías, histeria, etc.

Los problemas del hígado

A menudo conducen a trastornos como depresión, irritabilidad, dolor en el hipocondrio, suspiros involuntarios, sensación de globo histérico (bulto no existente) en la garganta, menstruación irregular, nódulos en las mamas o dolor y distensión en las mismas.

Estas manifestaciones ocurren debido a que el hígado falla en su función de mantener el libre flujo del Qi.

El bazo controla el transporte y transformación de nutrientes. Por lo tanto, una disfunción del bazo da lugar a síntomas tales como falta de apetito, distensión y dolor en el estómago y diarrea.

Las emociones pueden afectar tanto a las funciones de un sólo órgano como a las de varios órganos de manera simultánea. Por ejemplo, elucubrar excesivamente puede perjudicar tanto al corazón como al bazo y provocar el consumo de la sangre del corazón e inhibir el transporte y la transformación de los alimentos y bebidas.

Cuando la ira daña el hígado, el bazo con frecuencia también resulta dañado, dando como resultado una falta de armonía en ambos…

Otros factores que afectan las emociones y al cuerpo

La comida era conocida literalmente como “agua y grano” por los antiguos chinos. Son estos la fuente de las sustancias nutritivas de los cuales se derivan el Qi y la sangre y son indispensables para el mantenimiento de los procesos vitales. Unos hábitos alimentarios irregulares son un factor patogénico importante.

Se debe comer en cantidades adecuadas a intervalos regulares y tanto el exceso como la insuficiencia de alimentos puede causar enfermedades. Una alimentación inadecuada conduce a la malnutrición.

Un suministro inadecuado de materiales apropiados para la producción de Qi y sangre, lo cual resulta en un debilitamiento del funcionamiento de los órganos Zang-Fu y una merma de la resistencia corporal.

Esto vuelve al cuerpo susceptible a la invasión de factores patógenos exógenos. Además, la ingesta excesiva de alimentos carga en demasía la capacidad digestiva del estómago y bazo.

La mala digestión

Provoca distensión y dolor gástrico y abdominal, pérdida del apetito, eructos, regurgitación ácida y heces fétidas. La sobre saciedad suele ser común entre infantes debido a los tiempos de alimentación irregulares y a la mayor debilidad de su sistema digestivo en comparación con el de los adultos.

Los alimentos sin digerir se acumulan y pueden transformarse en calor, mientras que los daños causados por la ingesta de comida fría favorece la acumulación de humedad y producción de flema.

Los alimentos contaminados o en mal estado pueden causar enfermedades gastrointestinales y parasitosis.

Las primeras incluyen vómitos, diarrea o disentería, mientras que las segundas incluyen ascariasis, anquilostomiasis, enterobiasis y cestodiasis, pueden causar dolor abdominal, ansia por sustancias no naturales no alimenticias, emaciación y picazón en el ano.

Se debe adoptar una alimentación variada ya que esto garantiza que el cuerpo reciba todos los nutrientes vitales necesarios.

Las preferencias y gustos personales a menudo limitan la variedad de alimentos que tomamos, lo que da lugar a estados de desnutrición y desequilibrio del Yin y el Yang en el cuerpo, y enfermedades como el raquitismo, ceguera nocturna, etc.

El consumo excesivo de alimentos crudos o fríos podría provocar daños al estómago y bazo. La humedad-fría endógena puede provocar dolor abdominal y diarrea»

La comida picante y el alcohol en exceso pueden producir flema endógena, lo que en consecuencia provoca estancamiento del Qi y la sangre. Los síntomas asociados en este caso son hemorroides hemorrágicas, úlceras y forúnculos.

Exceso de esfuerzo físico y la falta de ejercicio

El esfuerzo físico normal y el ejercicio son buenos para el Qi del bazo y el estómago, o para promover el flujo del Qi y la sangre y el desarrollo físico. El descanso adecuado puede aliviar la fatiga y recuperar la energía física y mental.

El esfuerzo físico o mental excesivo, o el abuso del sexo, o, por el otro lado, la falta de actividad física o de ejercicio, puede causar enfermedad. El esfuerzo físico excesivo agota el Qi y la sangre y causa debilidad general, enflaquecimiento extremo, sudoración espontánea, etc.

La tensión mental excesiva afecta al corazón y al bazo, lo que resulta en un agotamiento de la sangre del corazón y del Qi del bazo, lo que puede causar palpitaciones, falta de memoria, insomnio, sueño perturbado, falta de apetito, distensión abdominal y diarrea.

La actividad sexual excesiva debilita la esencia y el Qi del riñón. Esto causa endeblez general, dolor y debilidad en la región lumbar y rodillas, mareos, tinnitus, lasitud, disminución de la libido, emisiones nocturnas, eyaculación precoz e impotencia.

El ejercicio físico inadecuado puede resultar en el bloqueo del Qi del bazo y del estómago y la reducción de la producción de Qi y sangre. Las manifestaciones comunes son pérdida de apetito, cansancio y debilidad en las extremidades, apatía, flema y retención de humedad, obesidad, falta de aliento, sudoración espontánea y otros trastornos secundarios.

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