La casa de Magaly Rodríguez siempre está abarrotada el 31 de diciembre, no solo con un gran número de familiares y amigos, sino también con los rituales habituales que alcanzan su máximo esplendor justo cuando el reloj da la bienvenida al Año Nuevo.
Fuera lo viejo, adentro lo nuevo — Costumbres de Fin de Año
La mayoría de los invitados a esta fiesta llevan en la mano izquierda las doce uvas que comerán con champán mientras escuchan las doce campanadas de la medianoche. Otros llevan billetes (algunos mezclan bolívares, dólares y euros) en la mano derecha para llamar a la suerte.
Para sentarse y permanecer de pie mientras se comen las uvas, una o varias mujeres solteras ya han asegurado su silla. Para los que no quieren quedarse a vestir santos, se acostumbra a realizar este rito.
La abuela reparte ollas de lentejas en un rincón a las personas que quieren llamar a la prosperidad, mientras que otras se ponen ropa interior amarilla al revés bajo la ropa. Los más atrevidos hacen las maletas y preparan sus pasaportes para realizar numerosos viajes al extranjero.
«Somos una familia grande y bochinchera, por lo que hacer todos los rituales de Año Nuevo es una tradición para nosotros. A pesar de su absurdo, estas costumbres nos dan una sensación de vitalidad, optimismo y alegría», dice Rodríguez.
«El 31 de diciembre es ideal para dejar atrás lo malo. Hay que empezar bien el nuevo año. Fuera lo viejo, dentro lo nuevo, como se dice», añade Emma Battistella, profesora y amiga íntima de la familia.
Dinero y amor
Entre las costumbres que muchos venezolanos siguen el último día del año están los rituales de las uvas, la ropa interior amarilla, las maletas, las lentejas y el dinero en la mano, además de los baños y despojos esotéricos o las limpiezas especiales para el hogar o el lugar de trabajo.
Los combos de fin de año son muy solicitados, según Jairo Norea y Lucelina Cardón, propietarios de Perfumera Negra Francisca, que se encuentra en el pasillo 2 del mercado municipal de Puerto La Cruz.
El kit viene con velas, incienso, un líquido aromático “energizado” para la limpieza y el baño, así como un medallón de Feng Shui que puede colocarse en una tienda como protección o llevarse en la cartera.
Rituales adicionales
Hay muchas opciones en las tiendas esotéricas para abastecerse de inciensos y baños con rosas, champaña, sándalo, pino, mandarina, cariaquito, leche, amatista, entre otros aromas, para quienes quieren invocar el amor, la paz, alejar la pava o lograr algo específico.
«Barrer el 31 desde la entrada y hacia el fondo permitirá que el bien entre en la casa. Si quieres deshacerte de lo malo, hazlo al revés, comenzando por el fondo de la casa y subiendo hasta la puerta» dice Cardón.
Si el año anterior no ha ido bien en asuntos del corazón, se aconseja atar un lazo rojo a una foto de la persona amada el 31 de diciembre. Luego, con un poco de suerte, se pone bajo la almohada para la mañana del 1 de enero.
¡Adiós a la mala suerte!
Comer doce uvas y contar las semillas es uno de los rituales más populares; el número que resulte será el de la suerte para el año siguiente. Otras prácticas comunes son limpiar la casa, darse baños corporales y encender incienso, todo ello, a ojos de los creyentes, para alejar la mala suerte y atraer las energías positivas.
Las limpiezas y los sahumerios son para los objetos materiales, como la casa, el coche y otros artículos, mientras que los baños se aplican al cuerpo. Los materiales más utilizados son, entre otros, el sándalo, las flores, los pájaros macuá, el ónix, la canela, la menta y la albahaca.
Algunos sugieren encender una vela amarilla (de la abundancia) a las 12 horas del 31 de diciembre junto con siete granos de arroz, siete lentejas y siete monedas.
Enciende la vela y pide un deseo de felicidad, amor y abundancia para la familia. Entierra el arroz y las lentejas cuando la vela se haya consumido por completo. Guarda las monedas porque no se utilizarán durante seis meses.
Tranquilidad del alma en el hogar
Se recomienda la canela para lograr la tranquilidad espiritual en el hogar. Hay que poner en el fuego dos o tres vasos de agua y siete u ocho ramas de canela, y luego cerrar la casa para que el aroma llene el aire. Esto creará un ambiente más tranquilo en casa y mantendrá a raya las discusiones y peleas.
La albahaca tiene muchos usos, pero el principal es alejar los «malos espíritus». Basta con preparar una infusión y colocarla debajo del colchón.
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Con información de Diario El Tiempo
