Piedra de Shungit
Aunque la piedra de Shungit no es un cristal, es uno de los minerales curativos más fuertes. Es el único mineral que se ha demostrado científicamente que posee fullerenos, moléculas con poderosas cualidades curativas.
Un mineral se considera gema si ha sido tallado y pulido hasta alcanzar un nivel de belleza adecuado para su uso en joyería o como adorno personal.
Aunque la piedra de Shungit no es un cristal, es uno de los minerales curativos más fuertes. Es el único mineral que se ha demostrado científicamente que posee fullerenos, moléculas con poderosas cualidades curativas.
La piedra ojos de gato recibe este nombre por su increíble parecido con el ojo de un felino doméstico. También es conocida con el nombre de crisoberilo y se trata de una piedra de gran dureza, que se puede hallar en varios colores y tonos como el amarillo, el verde, el marrón, el rojo o el azul.
Las piedras preciosas ofrecen propiedades espirituales y curativas que pueden ser explotadas de varias maneras. Los cristales pueden ser llevados o usados en la persona (como brazaletes, colgantes o anillos) o colocados en un lugar donde sus vibraciones de sanación pueden ser percibidas por aquellos que están cerca.
El ópalo no es un mineral, es otra cosa, ya que su estructura cristalina es amorfa, no tiene cristalización, pero sinceramente nos da igual. Este caos atómico interno es de una belleza indiscutible. Y por cierto: se considera un mineraloide.
La piedra amatista pertenece a los cuarzos y dentro de la composición de la amatista se encuentra el hierro (Fe+3) de él depende que varíe su color, pues según contenga más o menos cantidad así será su color violeta más o menos intenso. La amatista es resistente a los ácidos pero las temperaturas elevadas pueden hacer que varíe su color y deje de ser violeta para ser por ejemplo amarillo si llega a alcanzar los 450ºC o anaranjada si alcanza los 500ºC
La piedra de alumbre tiene múltiples aplicaciones mágicas, pues es la luz antes de la oscuridad de lo desconocido. Según las leyendas, era la fuente de energía del continente perdido de Lemuria (en el Océano Pacífico).