Lucha con el cáncer

Lucha con el cáncer, InfoMistico.com

Todo lo que comenzó en tu mente, luego terminó en una situación real.

Es fácil entenderlo en un ejemplo, pero muy difícil de detectarlo en la realidad. No estamos acostumbrados a relacionar las cosas que suceden en nuestra mente con lo que nos sucede en la realidad.

Dentro y fuera de mí

Otra forma de ocupar este principio, es comparando lo que sucede dentro de mi cuerpo con lo que sucede fuera de él. En este caso vamos a comparar las cosas que existen dentro de nuestro cuerpo con lo que existe fuera de él.

El principio te dice algo así como que lo que sucede con las células del cuerpo es similar a las cosas que suceden con las personas. Con este principio podemos entender muchas cosas que son difíciles de explicar.

Veamoslo con un ejemplo

El principio de correspondencia puede ser usado para combatir el cáncer. Pero para eso tienes que ser capaz de ver que el cáncer es uno más de esos elementos que se REPITEN en distintos planos.

La ley de correspondencia será un arma poderosa para luchar contra el cáncer porque te ayudará a combatirlo en varios planos distintos y no solo en uno. «Como es arriba es abajo», en este caso representa lo que sucede con tus células que también sucede con tu propia persona.

El principio de correspondencia nos enseña que el comportamiento de tus células cancerígenas no solo sucede internamente, sino que también se repite externamente en tu propia persona.

Tienes que relacionar esas células que se están comportando de una forma equivocada, con la forma en que te estás comportando tú en la vida.

Esa es la clave, lo demás solo depende de ti.

Parecidas pero no iguales

Muchas personas se confunden al explicar esta ley y la explican como si fuese la ley de «Causa y efecto». Este error no se produce por simple casualidad, se produce porque ambos principios están tan relacionados entre sí que tienden a confundirse como si fuesen lo mismo. Para que lo tengas muy claro:

El principio de causa y efecto dice que las cosas NO suceden por casualidad, sino porque hubo algo que las causó. El principio de correspondencia te dice que esas causas y sus efectos se repetirán en muchos planos de existencia diferentes.

    • Planos inferiores y planos superiores.
    • En planos internos y planos externos.
    • Planos terrenales, planos mentales y planos espirituales.
    • En planos reales y planos imaginarios.
    • En planos muy grandes y planos muy pequeños.
    • Etc., etc., etc.

Para hacer todo esto muy práctico haz lo siguiente

Ante un problema piensa siempre en las causas que produjeron ese problema y haz algo al respecto. Ante tu futuro, piensa que lo estas creando desde este mismo momento. Por lo tanto encárgate de que todo lo que hagas produzca un efecto positivo en tu futuro.

Ante las células de cáncer que te están complicando la vida, piensa que tal vez tú también le estás complicando la vida a alguien. Ya sabes, «como es arriba es abajo». Entonces haz algo al respecto.

Y ante cualquier problema que se te presente, analiza cual será su correspondencia en cada plano que puedas imaginar. Esto te dará una visión mucho más completa de tu problema y te permitirá combatirlo de muchas formas diferentes.

Nada sucede por casualidad

Para terminar este post quiero reflexionar sobre eso que dicen que todas las cosas suceden por alguna razón. Nada es casualidad y con mayor razón si se trata de algo como la ley de correspondencia.

Me imagino que si estás enfermo de cáncer debes estar cansado de tanto escuchar decir esa frase que dice que «Todas las cosas suceden por algo». Puede que de tanto escucharla ya sea una frase que te apesta o que estas cansado de escucharla. Sin embargo, aunque esa frase sea apestosa no tienes que olvidarla NUNCA.

Porque «nada sucede por casualidad, todo tiene una razón de ser»

  • Solo piensa como llegó este principio a ti.
  • En que momento lo hizo.
  • Que enseñanza te dejó.
  • Y cuál sería el motivo por el cuál esta enseñanza llegó a tu vida.

La misma persona que dio a conocer este principio también dice:

«Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos de sabiduría»

¿Estás preparado para comenzar a recibir sabiduría?

Piénsalo y reflexiona. Un gran abrazo y hasta la próxima,

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