Sombrerón Leyenda Colombiana

Sombrerón Leyenda Colombiana, InfoMistico.com

El Sombrerón, un temor ancestral del noroeste de Colombia, aguarda por los desafortunados. Se dice que su presencia se anuncia con un frío penetrante, el eco de cadenas arrastrándose y el sonido de caballos sobre los adoquines. Esta leyenda, arraigada en la cultura colombiana, advierte a borrachos y alborotadores sobre un destino temido bajo la inmensa sombra de un sombrero.

Leyenda Colombiana el Sombrerón

4 de la mañana en Medellín. Aunque ya no es viernes, los noctámbulos siguen celebrando bajo los techos y paredes de discotecas y tabernas. Afuera está oscuro. Y favorable a la reprimenda.

Los borrachos, los jugadores, los alborotadores y los jóvenes que se inician en el hábito de fumar pueden volver a casa en cualquier momento y acabar en la lista de favoritos de un misterioso temor del noroeste de Colombia.

Afirman que se anticipa con ráfagas de frío y que, en las noches sin luna, es sencillo confundirlo con las sombras de los árboles, sobre todo en estado de embriaguez. Otros indicios de que el desafortunado ha visto algo que hubiera preferido no presenciar son

El sonido de los caballos sobre los adoquines, el aullido de los perros, el arrastre de las cadenas sobre el suelo…

Por último, pero no menos importante, está la silueta de un hombre muy alto que lleva una ruana negra y que apenas se distingue bajo un sombrero cuyo ala es tan larga que casi le llega a los pies. De este sombrero le viene su apodo y su aterradora reputación…

«Si te alcanzo, te lo pongo»

Profesión “espanto”

Debido a su larga mitología, algunas personas consideran que «El Sombrerón» es el espanto más antiguo de la región antioqueña de Colombia. También se le menciona en México y Guatemala, según el sitio web de Alejandro González, investigador de la Universidad del Centro del Perú.

Sin embargo, la tradición más larga proviene de Colombia, concretamente de las regiones de Antioquia y Tolima, y el apogeo de su «carrera» se alcanzó en la primera parte del siglo XIX. Entonces, supuestamente hizo repetidas apariciones en las calles de Medellín los viernes por la noche.

Se le considera un hombre fornido

Viaja en una mula negra y le acompañan dos perros negros sujetos con pesadas cadenas. Algunos afirman que el gorro lo encierra por completo, pero otros no están de acuerdo y afirman que se puede ver su cabeza en forma de cráneo debajo de las alas.

Hay quien afirma que una representación femenina de El Sombrerón aterroriza a los devoradores de hombres.

El origen y los propósitos de la leyenda apenas se mencionan. Sus objetivos son menos macabros que los del renombre que le precedió, se «sabe». Su especialidad es hacer huir a sus «víctimas».

El Sombrerón de Guatemala

El Sombrerón, un personaje de Guatemala, es tan diminuto que muchos lo confunden con un duende por su tamaño. La página para niños de la Organización de Estados Americanos lo describe con cuatro mulas y con botas de cuero con espuelas de oro y una guitarra de plata en el hombro.

La misma página describe cómo El Sombrerón se enamoró de Celina, una joven despampanante, a la que conquistó cantándole frente a su ventana. Celina se enamoró del hombrecillo, pero sus padres encerraron a la niña en un convento tras oír que los vecinos pensaban que era el «puritito duende».

Allí falleció de desesperación

El Sombrerón llegó al velatorio y le cantó mientras su corazón estaba cargado de dolor. Decía:

«Estoy tan mal hecho que de aquí se pierde mi amor, que el bien es malo para mí y el mal es bueno para mí».

Según la leyenda, se le puede oír cantar una canción melancólica en la tumba de Celina cada año en el día de Santa Cecilia, el aniversario de su fallecimiento.

El autor Miguel Ángel Asturias también se refiere a El Sombrerón como un «Satán de goma» que adoptó la apariencia de un sombrero, o «el sombrero del diablo».

Con información BBC Mundo

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